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Soy papá soltero a tiempo completo. Un ex jugador de la NFL convertido en entrenador con la tarea de darle la vuelta a un equipo universitario lleno de chicos que o no se lo toman en serio o están decididos a lesionarse. No me enamoraré en absoluto de mi nueva vecina.
Lark Butler es puro caos envuelto en un sol espléndido y exasperante. Apareció de la nada y le pagaron por llorar en un funeral, nada menos. ¿Quién hace eso? Pero entre ofrecer sus condolencias y salir a rastras de una tumba, nos encontramos envueltos en el drama de Outtatowner, Michigan, mi pueblo natal costero con una enemistad entre dos familias de décadas y dos tías decididas a acabar con ella.
Por fin estoy echando raíces para que mi hija tenga una vida normal y necesito olvidarme de Lark. Olvidar lo que sentí la noche que nos besamos o lo que se siente al tomar por fin algo solo para mí, pero cuando esas chispas se encendieron, fue más intenso de lo que ninguno de los dos esperábamos.
El problema es que no puedo confiar en ella y nunca se queda.
Ella está echando por tierra mis planes cuidadosamente trazados y todo lo que necesité fue una mirada.
One Touch
Enamorarme del rudo hermano mayor de mi ex nunca estuvo en mis planes.
Puede que Beckett Miller sea el mejor amigo de mi hermano, pero también es la última persona a la que querría pedirle ayuda.
Es testarudo, exigente y no le importa en absoluto lo que la gente piense de él, es todo lo que su hermano menor no era y, definitivamente, todo lo que yo no debería querer.
Gracias a mi propia terquedad y a mis tres exasperantes hermanos, él es el único que puede ayudarme a renovar la granja de mi querida tía.
Beckett cree que soy un tapete y yo sé que él es un idiota arrogante, pero si a eso le añadimos una partida nocturna de strip póquer borrachos, en poco tiempo los interminables días de verano se convertirán en noches abrasadoras.
Cada caricia robada, cada beso, está mal en el mejor de los sentidos.
Puedo arreglar todo lo que me rodea: los problemas de mis amigos, la vida amorosa de mis hermanos, tal vez incluso la rivalidad de décadas que divide nuestro acogedor pueblo costero. Así que el gruñido y los pesados suspiros de Beckett no son rival para mí.
Lo único que parece que no puedo arreglar es la forma en que mi cuerpo reacciona cuando él blande un martillo. Construí muros para proteger mi corazón después de lo que me hizo su hermano, pero me doy cuenta de que todo podría desmoronarse con solo un toque.
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¿Citas falsas con mi mejor amigo? Desastre total.
Con su sonrisa arrogante y su encanto diabólico, el bombero Lee Sullivan hace desmayar a todas las mujeres de nuestro pequeño pueblo. Todas las mujeres excepto yo.
Es por eso que me sorprendo cuando interviene en la Gala de las Casamenteras del pueblo y supera la oferta de la persona que me gusta durante la subasta benéfica, comprometiéndonos a seis citas preestablecidas.
Seis citas donde, muy públicamente, pretendemos enamorarnos.
A pesar de mis objeciones y nuestros esfuerzos por conectarnos con otras personas, Lee está convencido de que pretender salir es la oportunidad perfecta para quitarse de encima a las mujeres del pueblo (y sacarlas de su cama), al mismo tiempo que ayuda a empujar a mi enamoramiento evasivo en el departamento de celos.
Estúpidamente, estoy de acuerdo.
Después de las desastrosas citas a ciegas que me organizó, ¿qué son unos meses de dejar que Lee adore el suelo que piso? Me lo debe.
El problema es que cada beso falso, cada toque persistente, cada palabra obscena que susurra sin nadie alrededor está empezando a parecer muy, muy real.
Sabemos todo el uno del otro, desde mi pasado de huérfana hasta su compromiso de no comprometerse nunca. El único secreto que le he ocultado a Lee se remonta a su tiempo en el ejército, y es lo único que podría arruinar nuestra amistad para siempre.
Porque en lo que respecta a Lee, he aprendido a proteger mi corazón. De repente pide la oportunidad de sentir algo real. Está pidiendo lo único que no querría si alguna vez supiera la verdad: una oportunidad.
04. One Night
Duke Sullivan es un granjero malhumorado y gruñón: es el hijo mayor de la odiada familia rival de la mía. También resulta ser mi mensaje de los buenos días y el hombre del que no tengo derecho a enamorarme en secreto.
Duke está estrictamente prohibido.
Tras meses ocultando nuestra amistad, las estrellas se alinean, las chispas se encienden y finalmente cedemos a la tentación.
Sabiendo que nuestra relación nunca podría ir más allá de miradas robadas y anhelantes, acordamos seguir siendo amigos en secreto... hasta que dos líneas rosas lo cambian todo.
Con nuestra pequeña ciudad y nuestras familias alborotadas, Duke hace lo impensable.
Recoge mis cosas y me muda a su casa.
A pesar de que acordamos capear juntos el temporal y tratar de encontrar la forma de copaternizar, la convivencia con Duke resulta casi imposible.
Cada sonrisa suave, cada roce de su mano callosa contra mi piel sensible, me hace querer estallar en llamas. A pesar de la enemistad, está claro que Duke persigue implacablemente lo que quiere, y creo que eso podría ser... yo.
Soy la hija callada con el apellido equivocado, pero es obvio que él quiere mucho más que una noche.
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