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Compartimos la chispa de los compañeros predestinados, pero él me rechazó.
En lugar de ser la reina del rey de los fae, ahora soy la sirvienta de una chica rica.
No lo hace más fácil que se haya convertido en la prometida del rey.
Tampoco es fácil que ella me trate como si no fuera nada.
Lo peor es que se me ha ordenado ir a vivir a su palacio.
No puedo imaginar un tipo de tortura más dulce que ésta.
Pretendo mantenerme alejada de él, ignorar mi corazón destrozado.
Intento evitarlo a cualquier precio, pero sus intenciones son completamente diferentes.
Me dice que ha cambiado de opinión sobre los compañeros predestinados.
Que conseguirá lo que quiere de una forma u otra.
Que me encerrará en una de sus torres hasta que ceda.
Así que ahora, en esa torre, yo sola, hago todo lo que puedo para resistirme a él.
Porque si cedo, mi corazón se romperá de nuevo...
Los Reyes de las Islas Fae son machos alfa posesivos que saben exactamente lo que quieren. Harán lo que sea necesario para salirse con la suya, que es torcer el destino a su antojo y reclamar a sus compañeras en cuerpo y alma.
ADVERTENCIA: Dirigido a lectores mayores de 18 años.
Fui apostada y ahora soy propiedad del rey Fae.
Pero si cree que me entregaré voluntariamente, está muy equivocado.
Nunca permitiré que este hombre me posea.
Sólo tengo que esperar hasta encontrar la forma de escapar.
Sé cómo son los hombres: son criaturas crueles.
Se aburren rápidamente e intercambian a sus novias sin pestañear.
No importa que este rey Fae diga que él es diferente.
No importa que piense que me ha rescatado de una vida de abusos.
Porque puedo separar la realidad de la ficción.
El hecho es que todo lo que ha hecho es sacarme de una jaula y meterme en otra.
Y sin embargo, a pesar de toda mi resistencia y de intentar ser racional, en mi corazón me encantan los cuentos de ficción.
Cuentos que dicen que un hombre puede ser diferente si tan solo lo dejas...
¿Me atrevo a dejar que el Rey Fae me posea?
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