Totally pucked

Poetry on ice

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cuty

No sé si estamos peleando... ¿o coqueteando?

Ser transferido a los Vipers de Seattle me ha dejado con sentimientos encontrados. Por un lado, son mi equipo, el equipo que he amado y apoyado desde que era un niño, pero por otro lado, él está aquí. Él. Ant Decker. El infame chico malo de la NHL. Ala derecha frente a mi izquierda. Un hombre que ha hecho su único propósito en la vida ser mejor que yo.

Bueno, la broma es para él porque soy más rápido y mis estadísticas son mejores que las suyas.

No es que esté compitiendo con él. Por supuesto que no. No me rebajaría a su nivel.

Es la persona más exasperante que he conocido. Una presencia oscura y caótica que me distrae.

Cuando no estamos llegando a las manos en el hielo, trata de provocarme llamándome princesa. Y chico bonito... y nena.

Lo odio. Obviamente, lo odio. Me enfada tanto que apenas puedo ver bien.

Entonces, ¿por qué mi cuerpo reacciona como si me gustara?