Louie
Mi madre me enseñó una valiosa lección que he usado para llegar a donde estoy hoy. ¿Y dónde estoy? Las Vegas.
¿Quién soy? Bueno, eso depende de quién seas. Para algunos, soy el rey. El juez, jurado y verdugo. Para otros, solo soy otro imbécil rico que posee algunos casinos.
Pero poseo más que eso. Soy dueño de la franja y las calles que la rodean. Soy dueño de esta ciudad, y tendrán que arrebatármela de mis frías y muertas manos antes de entregársela a alguien más.
Cuando la veo, no siento la desesperación que emana de la multitud habitual. No, ella tiene una soledad que rivaliza con la mía, una tristeza en la que quiero sumergirme y un cuerpo hecho para pecar.
¿Cuál fue esa lección que me enseñó mi madre? No confíes en nadie. La cosa es que Charlotte está tomando una
bola de demolición a esa lección porque cada fibra de mi ser quiere confiar en esta mujer.
Charlotte
Cuando no quieras que te vean, busca un lugar lleno de gente y mézclate con el resto.
Precisamente por eso vine a Las Vegas. Para pasar desapercibida. Pensé que con todas las luces, el alcohol, las drogas, la gente... nadie me notaría.
Pero él sí. Y no sé cómo lograr que deje de verme. O si siquiera quiero que lo haga.
Se suponía que esta ciudad sería mi santuario, un lugar para olvidar quién soy. ¿O debería decir quién era? Un lugar para dejar atrás el pasado. Un lugar donde nadie pensaría en buscarme.
Se suponía que sería solo un fin de semana. Pero ahora creo que podría ser mucho más...
No comments:
Post a Comment