Sexting the silverfox daddy
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Le mandé un mensaje de voz sucio al padre soltero de mi alumno.
Ahora el rey de la Bratva me ata con seda—y me enseña quién manda de verdad.
Un gemido de borracha que iba para mi mejor amiga.
Enviado a Gennady Sokolov en su lugar.
Cabello plateado. Voz de terciopelo.
El hombre más peligroso de Chicago.
Debí haber borrado su número.
Pero cuando llegó su respuesta oscura, dominante, pecaminosa, no pude parar.
Durante semanas jugamos.
Mensajes sucios. Una lista de órdenes a medianoche.
¿Hasta la noche en que intenté acabarlo?
Tocó a mi puerta.
Ahora estoy encerrada en su mansión.
Aprendiendo ruso entre castigos.
Y esperando su bebé.
Le envié sexting por error al tío buenorro de mi mejor amiga.
Ahora soy su gatita—con el bebé del rey de la Bratva en mi vientre.
Quería enviar fotos sexys de audición a un agente.
En cambio, se las envié a Ruslan Ivanov.
Multimillonario. El doble de mi edad. El tío de mi mejor amiga.
Su primera respuesta me hizo sonrojar.
Su segunda me hizo desear.
¿Y la tercera?
Me tuvo doblada sobre su escritorio, muñecas atadas, culo ardiendo.
Ahora soy la nueva obsesión de América— porque me dio una corona y me dijo que la usara de rodillas.
Pero detrás del trono de la Bratva yace una verdad mortal: Dos líneas rosas. Un secreto que crece.
¿Y Ruslan? No le gustan las sorpresas.
Especialmente no de una gatita traviesa que se atrevió a ocultarle su embarazo— y terminó en manos de sus enemigos.
Me puse el camisón sexy de una desconocida, envié una selfie sucia al número equivocado— y me convertí por accidente en la favorita del rey de la mafia.
Solo soy la camarera sin dinero que tomó prestado un vestido…
Y robó el lugar de otra mujer por error.
Pensé que el sexting era una broma.
Hasta que abrí la puerta de la suite presidencial—
y terminé en la cama del rey de la mafia.
No era la mujer que estaba esperando.
¿Pero Demitri Belyaev?
No le importa quién era yo.
Decidió que soy suya.
Ahora estoy atrapada en la fantasía.
¿Y el precio?
Entrar en un mundo empapado de sangre y deseo.
Pero ¿y si ya estoy embarazada de él— y el secreto podría matarnos a ambos?
Recibí sexting de un despiadado rey de la mafia.
Ahora es mi nuevo jefe y el padre secreto de mi bebé.
Luca Bellomo.
El único en la zona VIP que no tiraba dinero— solo me miraba desnudarme como si ya le perteneciera.
Esa misma noche me envió una serie de mensajes sucios.
Cada uno me hacía desear un poco más.
Debería haberme detenido.
Pero cuando ofreció pagar la cirugía de mi hermano, dije que sí.
¿Su precio? Convertirme en su asistente personal.
De día le sirvo el café.
De noche me ata las muñecas con seda.
¿El problema? Estoy embarazada de él.
Y guardar el secreto podría ser la única forma de sobrevivir.
Llevo años deseando en secreto al mejor amigo de mi padre.
Hasta que una carta subida de tono, llena de fantasías indecentes, me llevó hasta él…
Aleksic Morozov, el rey de la Bratva. Director ejecutivo multimillonario.
Cabello plateado, sonrisa letal, pecado en un traje de mil dólares.
El doble de mi edad. El doble de peligroso.
Y ahora… mi esposo.
La carta donde confesé todos mis deseos prohibidos…
dio lugar a un matrimonio falso que consolidó su imperio.
Se suponía que sería solo por negocios.
Pero cada noche me ata a la cama en su mansión,
y cada beso apasionado me enciende el cuerpo.
Pero la pasión tiene consecuencias.
Un retraso en la menstruación…
y la prueba reveló el único secreto que jamás podría ocultar: su hijo.
Y cuando la sangre se derramó ante mis ojos en una ejecución de la Bratva…
El hermoso monstruo con el que me casé fue el único hombre que pudo mantenernos con vida a mí y a mi bebé.
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