Tras el peor error de su vida, Grace Johnson está un poco desesperada y muy decidida a salir adelante. Y así fue como terminó trabajando en el servicio de citas más infame de Seattle.
Todo el mundo en la ciudad conoce Embers. El lugar donde hombres con ingresos millonarios, un ejército de trajes Armani y una sala roja de dolor se convierten en príncipes azules para atraer a sus Cenicientas trofeo. Bueno, bueno. Quizás no todos tengan una sala roja... pero, al mismo tiempo, no todos son héroes de cuento.
Por suerte, la contrataron para encargarse del marketing, no de los hombres. Y esa suerte se acabó cuando la ascendieron a la nueva «Curadora de Perfiles» de Killian Crown, el implacable director ejecutivo de Industrias Crown. «Ascenso» no era exactamente la palabra que usaría para describir la tarea de convertir a Killian en candidato a matrimonio cuando los dos curadores anteriores habían fracasado, pero no tenía otra opción.
Para ser justos, Killian tenía muchas cualidades atractivas. Era guapo. Brillante. Un hombre de negocios astuto. Multimillonario. Por desgracia, también era melancólico, un grosero y, lo menos sorprendente, un auténtico bruto cuando se trataba de dejarla hacer su trabajo.
Killian no quiere tener nada que ver con una relación, pero Grace está totalmente decidida a triunfar. Ahora, si tan solo pudiera ser un poco más amable y reservar esas sonrisas devastadoras, algunos de esos piropos ásperos y todos sus besos que te ponen los pelos de punta para otra persona, le ahorraría la molestia de tener que recomponer su corazón roto cuando consiga encontrarle una esposa.
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