..

Friday, November 21, 2025

Chicago Bratva

  0.5

Fui al club de BDSM por asuntos de la Bratva.

Ahora que estoy aquí, sé exactamente lo que quiero. O mejor dicho, a quién quiero.

La encantadora rubia que no pertenece a este lugar. La que necesita un trato delicado.

Está fuera de su elemento, pero juro que cuando termine con ella, estará rogando por más.





Nadie toma lo que es mío.
La encantadora abogada me ocultó un secreto.
Un bebé que ha estado esperando desde la noche de San Valentín.
La noche en que el destino nos unió gracias a la ruleta.
Nunca me contactó. Quiso ocultármelo.
Está a punto de descubrir lo que pasa cuando molestas a un jefe de la Bratva.
Merece un castigo. Aislamiento hasta el parto.
Y usaré ese tiempo para ganar su rendición.
Porque no solo planeo quedarme con el bebé… planeo hacer a su madre mi esposa.
Y será mejor para los dos si ella está dispuesta.





Poseída por el hombre al que traicioné.
Hace seis años, dije una mentira que cambió la vida de un hombre.
Mi padre lo desterró de su célula de la Bratva. Del país.
Ahora ha vuelto para quedarse con mi herencia. Mi vida. No mediante un asesinato, sino a través del matrimonio.
Y fue mi propio padre quien lo arregló.
Maxim cree que puede someterme a su voluntad. Cree que tiene el control.
Una vez lo quise, y me rechazó. No volveré a caer.
No pienso ceder.
Ni siquiera cuando me hace temblar de deseo…



No quería estar emparejado con ella. La flor perfecta, frágil, que parece que gritará su palabra de seguridad con un solo golpe de mi bastón.
La excompañera de cuarto de la nueva esposa de mi hermano de la Bratva.
No me enamoraré de su deseo de complacer. De su sumisión constante.
Pero cuando aguanta todo lo que le hago, queda cada vez más claro: ahora me pertenece.


Es mi debilidad, mi obsesión. Y ahora, mi prisionera.
Pasé doce largos años en una prisión siberiana.
Desde que salí, nada ha captado mi interés.
Nada, excepto ella.
Semana tras semana, veo a su banda tocar.
No puedo sacarla de mi mente.
Cuando mi pasado me alcanza, ella se convierte en un objetivo.
La única manera de salvarla es encerrarla.
Mantenerla prisionera hasta que todo pase.
Ella nunca me perdonará, pero no puedo explicarle.
No puedo hablar.



Debería dejarla... liberarla.
El ejército ruso me convirtió en un asesino, pero la hermandad me hizo quien soy.
Despiadado. Letal. Irredimible.
Por eso Kayla debería mantenerse lejos.
La joven e inocente actriz tiene un futuro brillante por delante,
siempre que alguien no la destruya primero. Alguien como yo.
Cada fin de semana, se entrega a mí por completo.
Sin preguntas. Sin dudar.
Es mía para darle órdenes. A cambio, le doy lo que anhela: dolor y placer.
Pero es una fantasía que jamás podrá ser realidad.
Jugamos con fuego, pero no puedo soltarla…

No comments:

Post a Comment